Un autentico y
un noble sentimiento nacional y patriótico, manipulado políticamente, para
afincar en el corazón de la gente todo el rencor hacia lo hecho por el Ejercito
Argentino durante la última etapa del
Gobierno de facto.
Malvinas:
¿Una Causa Nacional o un Sentimiento manipulable?
A partir de la
derrota de nuestras Fuerzas Armada en Malvinas; la Argentina comenzó un
proceso encaminado a restaurar el sistema democrático y a desmalvinizar al
pueblo argentino. Uno de los primeros ejecutores de este proceso sería el llamado
“Padre de la Democracia ”;
un auténtico cipayo y “enemigo de la familia católica”, el Dr. Raúl Alfonsín.
Siguiendo las
pautas de la Internacional
Socialista , este personaje no tendría reparos en desarticular
al Ejercito Argentino, rompiendo una cadena de mando hasta el momento intacta
para mellar el sentimiento aún nacionalista de un grupo de soldados que
tuvieron la visión de denunciar a través de diferentes levantamientos, lo que
hoy podemos apreciar como un Ejercito liberal casi en su totalidad.
Los “carapintadas”
políticamente incorrectos y golpistas para el Régimen, fueron perseguidos y
tratados como simples criminales, purgando sus penas en cárceles comunes.
Jefes del Ejército
como el gral. Balza, en la “década de relaciones carnales” menemista, y el
gral. Bendini, en la “década del rencor y desmemoria” kirchnerista; han
contribuido enormemente en desprestigiar su uniforme en veinte años de profundo
desmantelamiento de la institución militar; con el agravante que por primera
vez en la historia argentina, una enemiga del Ejercito, una ex – montonera
apodada “Comandante Teresa”, quien fuera una joven idealista, con “nobles
valores” comunistas y marxistas que la
indujeron a luchar contra de su propia Nación; es la flamante Ministra de
Defensa. Parafraseando a Borges, los
argentinos somos incorregibles.
Ahora bien, a 30
años de aquella gesta, ¿Malvinas sigue siendo nuestra Causa Nacional o tan solo
es una cuenta pendiente que se puede manipular? Algunos intelectuales cipayos
creen que Malvinas es tan solo una deuda que el tiempo saldará o no,
dependiendo del gobierno de turno, de los Kelpers y de la voluntad de Gran
Bretaña de que algún día se siente a negociar.
Si analizamos
voluntades, vemos que por el lado ingles Malvinas es un caso cerrado; nunca
entregará las Islas si no se siente realmente obligada a hacerlo. Podrá
intensificar su presencia militar pero sabe que la Argentina con gobiernos
como el actual jamás será una real amenaza. Por su parte el Gobierno K, fiel a
su estilo populista y piromaniaco, utiliza este noble sentimiento para transformarlo
en un felpudo donde se puede tirar la basura por debajo, sin que se note.
Pero bien se sabe
que con los sentimientos no se debe jugar, porque ellos son parte del alma de
las personas, y son uno de los móviles de su conducta. Si no tengo
sentimientos, soy indiferente a todo, un intransigente. Manipularlos, como lo
hace actualmente Cristina Fernández, viuda de Kirchner, para exaltar a las
personas y calificar una guerra como ilegítima por haberla iniciado un gobierno
de facto, es la peor de las formas de dirigir la opinión pública en temas que
aún siguen siendo latentes en el corazón de los argentinos.
La pálida imagen
que dejó la Presidenta
ante tamaña expectativa por los anuncios que haría en torno a una supuesta
nueva escalada de la controversia, que terminó siendo una payasada mediática y
para peor, con el propósito de seguir metiendo el puñal a nuestro maltrecho
Ejercito Argentino, con la apertura oficial del lapidario Informe Rattenbach y
hacer leña del árbol caído. “La verdad os hará libres”, maravillosa frase de
nuestro Señor Jesucristo, esta ahora en contrapunto con esta quijoteada maliciosa
de un Gobierno que juega a dos bandas.
La “Cuestión
Malvinas” se ha vuelto una estratagema política ideal para resaltar la figura
de la Presidenta ,
que deberá empezar a tapar los muchos agujeros de su anterior gestión, en
cuestiones tales como el trafico de drogas, lavado de dinero, trata de personas
y la tremenda corrupción que envuelven a muchos funcionarios de su entorno como
el ex Secretario de Transporte Jaime, o el actual Super Ministro de
Planificación Julio de Vido y hasta de su propio Vicepresidente Amado Boudou.
Si asimismo vemos la pobre gestión de la Ministra de Defensa, en cuanto a la modernización
de un aparato militar, obsoleto y que sirve solo para los desfiles de las
fechas patrias, no debemos convencer que la Argentina carece de peso
militar suficiente en lo que se denomina las relaciones de poder en el ámbito
de las Relaciones Internacionales. Para rematar, se la designa a la pavorosa
Alicia Castro, como Embajadora Argentina de Gran Bretaña, persona carente de
toda experiencia para representar nuestros intereses en el Reino Unido.
De este modo se
completa el trío de “Mosqueteras”, ávidas más de aparentar que de hacer una
verdadera política de confrontación directa por la vía diplomática con el
pirata inglés.
El Coronel
Seineldin supo decir que la
Recuperación de Malvinas era un regalo de Dios, para quienes
verdaderamente tenían un autentico sentimiento de pertenencia natural hacia
ellas, por esa misma razón el Nacionalismo no debe permitir que ese sentido
espiritual por un pedazo de territorio a más de 600 km . de distancia, se
vuelva en un mero acontecimiento que más vale olvidar o que sencillamente el
tiempo lo subsanará, porque estaríamos traicionando en definitiva la sangre
argentina derramada en ellas.
Enrique F. MARAÑON
(H)
*Publicado en revista Milo N° 6, marzo del 2012
*Publicado en revista Milo N° 6, marzo del 2012