El pasado lunes 19 de
noviembre el Círculo Nacionalista de Santiago del Estero celebro con un
emotivo acto realizado en la Plaza Sarmiento (nombre infame) de nuestra ciudad,
el Día de la Soberanía Nacional.
En dicha ocasión además se
realizó un especial homenaje en recuerdo a los 44 abnegados hombres del ARA San
Juan; mediante un momento de reflexión con las palabras del Diácono Mario
Belizán y la colocación de una ofrenda floral.
Recordando la gesta del 20
de noviembre hablaron los camaradas Edgardo Moreno y Enrique Marañon.
A continuación transcribimos algunos párrafos pronunciados por el camarada Marañon:
Este 20 de noviembre se cumple un nuevo aniversario de la
Batalla de Vuelta de Obligado, un acontecimiento que embriaga nuestros
corazones, al contemplar la profunda convicción patriótica de aquellos que
supieron ofrendar sus vidas en defensa de la Soberanía Nacional, ante el
atropello imperialista de la escuadra anglo-francesa.
Aquellos hombres, carentes
de todos los medios bélicos que estuvieran a la altura de sus enemigos, ante
una poderosa flota a vapor en sus principales barcos y con cañones de largo alcance que hicieron
mella en las barrancas del Paraná; dieron un gran ejemplo de patriotismo y heroísmo.
En efecto, los invasores extranjeros, aún con toda la superioridad tecnológica
de la que disponían, no pudieron torcer el brazo de nuestros guerreros y prevalecer sobre la voluntad soberana de los patriotas que pelearon con el general Lucio Mansilla a la cabeza.
La Batalla de la Vuelta de Obligado, librada en aguas del
río Parana, para la historiografía liberal, fue una derrota militar
catastrófica que solo sirvió para
incrementar la popularidad del “tirano” Rosas. Para los nacionalistas, todo lo
contrario. Es el triunfo de la voluntad y el patriotismo. Es el acontecimiento
más importante en la historia de una nacion que lucha por sobrevivir, es el
espíritu de un pueblo en lucha contra el atropello extranjero.
Si comparamos los acontecimientos actuales y hacemos una
retrospectiva, podríamos decir que
aquellas naves imperiales que ayer nos
atacaron, hoy son las ideologías foráneas que atentan contra la identidad
cristiana de nuestra patria y contra el orden natural.
De modo pues que la batalla aún no ha terminado, nuevos
enemigos de nuevo “navegan impunemente” y hoy como ayer debemos morir antes que
arriar el pabellón nacional. Dios proteja a nuestra Patria y gloria eterna a
don Juan Manuel de Rosas y los valientes de Obligado.
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