"La Argentina no tiene
hipótesis de conflicto".
E aquí una de las expresiones mas lapidarias y nefasta que se haya expresado
desde el advenimiento de la democracia. La misma, sin lugar a dudas, tiene por
objetivo esencial destruir las columnas básicas de la defensa nacional.
Nuestra patria,
territorialmente hablando,
es uno de los siete países más grandes del mundo; comparte sus fronteras con
Brasil, que es hoy el país más poderoso y próspero de la región; con Chile, un
pueblo necesitado de recursos naturales, que ambiciona la Patagonia y está al
acecho de una porción de territorio antártico; y con Gran Bretaña, que usurpa
las Islas Malvinas, parte del Mar Argentino, y que pretende además, usurpar nuestra
Antártida.
No hay dudas que
las grandes reservas naturales que posee nuestro país lo hacen realmente un
territorio apetecible, y que
por esta misma razón se hace imprescindible contar con una buena capacidad
defensiva para evitar cualquier tipo de maniobra por parte de poderosas
potencias.
Ante este panorama, no puede comprenderse como es que
no existe una sola hipótesis de conflicto con terceros. Todos deseamos la paz (La verdadera paz y no como la conceptualiza la ONU ) y queremos llegar a ella, pero en un momento
donde nuestros países vecinos duplican su arsenal bélico, y se acelera la
carrera por poseer más recursos naturales, es imposible defender las fronteras
con un mensaje pacifista, con una exaltación paroxística de la Democracia , y con
FF.AA. destruidas y putrefactas de excretas gramscianas y markusianas.
Mientras aquí se habla de “Paz”, el resto de las
naciones vecinas han duplicado su arsenal armamentístico, y no por ello significa
que quieran la guerra, sino que están protegiendo su soberanía, ante un hipotético conflicto. El mismísimo
“Lula” Da Silva nos dio un enorme ejemplo de sentido común y de básica
geopolítica al justificar la compra de submarinos nucleares a Francia para
defender en el futuro al petróleo Brasilero, solamente nuestro país expone a
viva voz la carencia de hipótesis de conflicto,
y lleva adelante una política de total indefensión.
No hay dudas que con la aniquilación de nuestras FF.AA se pretende garantizar que el poder
extranjero pueda, no solo extraer a través de sus empresas nuestros recursos
naturales, como ya lo está haciendo; sino que tenga vía libre para ocupar lisa
y llanamente nuestro territorio nacional e inclusive pueda desmembrarlo a su
conveniencia.
Programa defensivo a desarrollar desde una optica
nacionalista y moderna
Para revertir
esta situación es necesario llevar adelante un conjunto de acciones sinérgicas:
1º. Recuperación de la Soberanía Monetaria : Sustitución del Banco Central de
la República
Argentina por diferentes instituciones estatales que se
ocupen de la emisión monetaria, el control de la circulación monetaria, el
atesoramiento de reservas y el control cambiario, proveyendo los fondos
necesarios para la recuperación de la industria argentina, sin acudir al
capital extranjero, que sólo intenta depredarnos con la excusa de “invertir”; y
prohibiendo todo endeudamiento estatal con la banca privada o los organismos
multilaterales de crédito (Banco Mundial, BID, FMI, etc.). En ese sentido se
deberá también impedir la exportación de materiales como oro, plata, litio.
En tiempos de
conflicto, todo el manejo monetario debe organizarse para defender a la Nación y al Pueblo
argentino. La riqueza de la
Argentina debe quedar en la Argentina , y los que se
la lleven no puede permanecer en el país, pues pueden ser potenciales
colaboracionistas con el enemigo que nos amenaza.
2º. Reconciliación inmediata
del Pueblo con las Fuerzas Armadas: Pueblo y
ejército deben ser una sola fuerza; para ello habrá que compensar con un
patriotismo a ultranza los errores históricos que se han cometido, e implantar
con urgencia un sistema educativo que reinstale los sentimientos patrióticos y
contrarreste las imposiciones del
“Pensamiento Único”, propio de la globalización.
3º. Equipamiento bélico de primera
generación: Hasta tanto no lo produzcamos internamente,
este equipamiento debe adquirirse a aquellos países que consientan una total
transferencia tecnológica para reconstruir nuestras fábricas militares,
incluyendo vehículos, tanques, misiles, aviones, helicópteros y astilleros
navales militares y civiles, de manera de controlar efectivamente lo que sucede
en nuestras costas y mares. Debemos avanzar en el marco de Defensa Suramericano
en la alianza con Brasil para poner a punto nuestros desarrollos nucleares y de
misiles de largo alcance, desarrollando una capacidad de represalia que impida
que Gran Bretaña pueda volver a amenazarnos como lo hizo en la Guerra de Malvinas.
4º. Denunciar los tratados de Londres: que consagran la rendición de las Islas Malvinas, y la entrega de la
soberanía sobre nuestra plataforma continental; además de entregar toda la
minería y el petróleo al Commonweath.
5º. Restaurar la Constitución Nacional
de 1949: Todo lo posterior no tiene validez ya que este
ordenamiento jurídico fue derogado por un bando militar en 1956, y no por una
Asamblea Constituyente. Especial vigencia deberá tener lo relativo a la
propiedad estatal de los recursos naturales.
Además se deberá tipificar legalmente las actividades imputables a los traidores
a la Patria , a
fin de disponer de instrumentos para desarticular la “Quinta Columna” de
aquellos que trabajen para defender los intereses de nuestros enemigos.
Posteriormente se hará necesario avanzar hacia formas republicanas que
contemplen la representación funcional u orgánica de la ciudadanía; así como
denunciar a todos los tratados, y a todas las organizaciones multinacionales
que juegan en contra de nuestros intereses.
6º. Distribución
de la población argentina en todo el territorio nacional, fundando nuevas
ciudades autosuficientes, tanto para resolver el enorme déficit de viviendas,
como para fomentar el desarrollo local y la economía social, permitiendo la
inmigración de nuestros vecinos y aliados que se asimilen a nuestra
nacionalidad. De este modo se podrá ocupar productivamente todo nuestro
territorio.
7º. Eliminación
de todas las formas de degradación de nuestros recursos naturales: Se debe suprimir
todo tipo de contaminación, especialmente del agua (por el vertido masivo de
agroquímicos tóxicos, y desechos industriales);
y poner fin a cualquier minería a cielo abierto, así como a toda forma
de desertificación y deforestación en nuestro territorio; recuperando en todo
lo posible los bosques, la fauna y la flora nativas.
También debe
impedirse la tenencia de tierras en manos de personas físicas o jurídicas cuyo
control final se encuentre en manos de países miembros de la OTAN , de la Commonwealth , o de empresas
multinacionales o personas que no utilicen su potencial productivo o degraden
su capacidad de recuperación natural.
8º. Nacionalización
de los servicios públicos y de las empresas estratégicas: Tenemos que hacer
caducar todas las concesiones a empresas vinculadas al Imperio Global, poniendo
inmediatamente todo el sistema de comunicaciones, agua y energía, y transportes
esenciales en manos del Estado Nacional.
Se debe potenciar
el desarrollo inmediato de todas las industrias básicas generadoras de bienes
de capital, tales como la siderurgia, química pesada, minería, generación y
distribución energética y de combustibles. Al mismo tiempo que reconstruir el
sistema ferroviario; y poner en marcha un sistema de transporte fluvial eficaz
que permita utilizar la integración de las tres cuencas principales
sudamericanas.
Lo enunciado hasta aquí,
obviamente, es solo un esbozo de las principales medidas que en el terreno
geopolítico debería tomar un gobierno patriota para que la Argentina recupere su soberanía
y su poder nacional.
Ing. Carlos Alberto Zerda
*Publicado en revista Milo Nº 5, Diciembre del 2011
Ing. Carlos Alberto Zerda
*Publicado en revista Milo Nº 5, Diciembre del 2011
Celebro que dentro de las imágenes que adornan su blog, encuentre un lugar preponderante la imagen de nuestro libertador, el General Don José de San Martín. Padre de la Patria. Como los Masones lo llamamos "El Gran Iniciado". Sí, porque el padre de la patria fué Masón, como la inmensa mayoría de nuestros patriotas. Los Masones liberaron América y fundaron la patria grande.
ResponderEliminarLa Masonería no es una religión, ni una secta, pues no tiene dogmas, carece de cuerpo doctrinal al cual se llegue a través de la fe. La Masonería respeta todas las creencias, y, en caso de la Liberal, la ausencia de esas creencias, siempre que el masón acepte el compromiso de conocerse a sí mismo, desarrollar sus posibilidades en todos los sentidos y en la forma que desee, y volcar ese conocimiento y esa mejora en beneficio del Universo, del cual la Humanidad es parte sustancial.
La Masonería tiene tres únicos principios: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada, y cada masón debe buscarla y realizarla personalmente. Esta exigencia no es puesta en practica mediante un examen o confesión de un masón a otros, sino que se lleva adelante en la conciencia de cada uno.
Saludos
No es cierto, y es una tremenda infamia, sostener que el Gral San Martin fue masón. No hay ninguna prueba de ello, ni documental, ni testimonial, ni de ningún tipo. Por el contrario hay numerosas pruebas de que no lo fue; empezando por el testimonio del mason Bartolome Mitre, quien en su Historia de Belgrano afirma que la Logia Lautaro era una sociedad secreta de carácter patriótico y NO masonica. En el mismo sentido se pronuncio el "Venerable" Sarmiento. Por otro lado hay documentos contundentes, como ser las respuestas que las grandes logias de Inglaterra, Irlanda y Escocia, en donde se afirma que la Logia Lautaro no esta registrada en esas logias, y San Martin NO figura en sus archivos. Pero lo mas importante de todo es que la conducta publica de nuestro Libertador fue siempre la de un ferviente catolico (mando a aplicar severas penas a los blasfemos, hacia rezar el Rosario a sus tropas, declaró al catolicismo religión oficial del Peru, etc), y sus planes contrariaron directamente los intereses de la masoneria y de Inglaterra, como ser cuando propuso al virrey La Serna instaurar en América una gran monarquía católica con un príncipe español de rey y sin la constitución liberal española de 1812. De modo que no se puede afirmar que los masones liberaron la Patria y mucho menos que la hicieron grande. Todo lo contario. Saludos.
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