Pienso en todo lo que nos está pasando a los argentinos.
Pienso en voz alta como queriendo encontrar una respuesta acorde a mis
inquietudes patrióticas y cristianas. Pienso en lo que está pasando en el país justo
a unos pocos días de celebrar una fecha tan importante como lo es el día de la
Soberanía Nacional; y me pregunto ¿Qué es lo que festejamos?
Para los nacionalistas está claro, festejamos el triunfo de
la voluntad inquebrantable del patriotismo argentino contra el patoterismo
imperial. Sin embargo no faltan quienes solo ven en el combate de Vuelta de
Obligado una derrota inútil.
Muchos se olvidan lo que representó el sacrificio de hombres
y recursos para detener al invasor, quizás pensando de antemano que la batalla
ya estaba perdida antes del primer cañonazo.
Pienso en las consecuencias que nos trajo ese aire derrotista
que los liberales anti-rosistas, impregnaron en las páginas de nuestra historia
oficial; y como hoy ciertos intelectuales y personajes mediáticos -que los hay de sobra- buscan
desacreditar la gloria y el honor de la lucha por la soberanía.
Lamentablemente parece que los argentinos han optado por
olvidar las gestas heroicas, y reemplazarla por las gestas futboleras y los espectáculos televisivos.
Me pregunto ¿Que hará Macri para el 20 de Noviembre? ¿Reivindicará
a Rosas y a los héroes de Vuelta de Obligado? o apostará al conocido discurso
de que con la democracia liberal (ahora sin los Kirchneristas) ya hemos
recuperado la Soberanía y la dignidad que como Nacion nos merecemos.
No sé pero pienso que nos falta mucho para hablar de Soberanía.
Que la Soberanía la hemos perdido hace mucho, en 1852 cuando la anti-patria venció
en Caseros a don Juan Manuel de Rosas; y que aunque si bien es cierto la
recuperamos por 45 días en 1982 aún estamos muy lejos de ser una Nación
Soberana.
Dios nos de la gracia para ser merecedores de ella, porque si
no hemos despilfarrado la sangre de muchos que murieron por ella.
C.P,N. Enrique Marañon (h)
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