Un nuevo aniversario del natalicio de Juan Manuel de Rosas inspira en las siguientes líneas a Enrique Marañón. “Mi hijo será católico y militar”; con estas lacónicas palabras el oficial del Regimiento de Infantería de Buenos Aires, don León Ortiz de Rozas, no dejaba dudas de su profundo deseo de que su primogénito Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas, estaría signado en el mismo día de nacimiento, un 30 de marzo de 1793, por el destino en la defensa de la fe y de la Patria.
Su esposa, doña Agustina Teresa López y Osornio, lo escuchaba atentamente, mientras sostenía en sus manos al futuro “Restaurador de las Leyes” y “Defensor de la Soberanía Nacional”, quien supo entender que para lograr una organización nacional, no bastaba solo con dictar una Constitución (que se opuso en reiteradas oportunidades), sino hasta alcanzar el absoluto orden bajo la divisa federal, respetando las autonomías provinciales, salvaguardando la integridad territorial y alcanzando la estabilidad política.
Para sus detractores, fue su figura defensora de la tradición católica e hispanoamericana, quien lo representaba como el caudillo “bárbaro” o “déspota”, quien asumía la suma del Poder Público transformándose en el Gran Dictador del Sur. Pero todos los que lo biografiaron fueron sus acérrimos enemigos liberales, que después de la Batalla de Caseros (03 de Febrero de 1852) no escatimaron esfuerzos para cargar sus tintas contra aquel que los combatió en su diferentes intentos de desestabilización política, inclusive con ayuda de las dos mayores potencias europeas, Francia e Inglaterra entre 1845 y 1847.
En el natalicio, de quien el propio general San Martín le legara su sable por haber satisfecho en demasía, la defensa del honor de la Patria Soberana, entendemos imprescindible que la memoria colectiva de nuestra sociedad argentina y comprovinciana en especial, tenga un recodo para sostener la memoria de este hombre probo.
Es por ello que desde la Asociación Cultural y Patriótica Vuelta de Obligado y con la colaboración de los camaradas del Círculo Nacionalista de Santiago del Estero, se logró la aprobación desde el Concejo Deliberante, de la ordenanza N° 5799/19, de fecha 10 de diciembre de 2019, en el cual se establece que una plazoleta de la ciudad Capital (barrio El Vinalar) se llamará Brigadier General Juan Manuel de Rosas.
Entendemos que de esta forma, la sociedad santiagueña también rinde su merecido homenaje a quien fuere el principal aliado de nuestro caudillo don Juan Felipe Ibarra, y que siendo como diría el profesor Antonio Caponnetto en sus “Notas sobre Juan Manuel de Rosas”, el restaurador “atendió dos principios cristianos de la política: Caridad y Bien Común”, algo que bregamos desde el nacionalismo católico y esperamos ser sus continuadores dignos de su magna obra.
*Publicado en Nuevo Diario del 30 de marzo del 2020
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