Publicamos aquí, una editorial del periódico "Milo", editado por el Circulo Nacionalista de Sgo del Estero, y que corresponde al numero 7, de Julio del 2012. Lo hacemos por que a pesar del tiempo transcurrido, ella contiene conceptos actuales y aplicables al actual gobierno del presidente Mauricio Macri.
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Una doble agresión viene padeciendola Nación Argentina
de la mano de los Kirchner.
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Una doble agresión viene padeciendo
La primera de ella arremete
contra el alma nacional, pervirtiendo nuestra cultura, trastocando nuestros
valores, y destruyendo la célula básica de la sociedad. La segunda, arrasa a la Nación en lo material,
saqueando sus recursos económicos y subordinándonos a los intereses de la
extranjería.
Es cierto que este embate contra
la nacionalidad tiene hondas raíces en el tiempo, sin embargo lo que aquí
queremos subrayar es que precisamente desde que el siniestro matrimonio K
asumió la conducción de los destinos patrios, este proceso de destrucción de la Argentina entró en su
fase final, y hoy se encuentra a punto de alcanzar su máximo objetivo: la
aniquilación y la disolución total de nuestra Nación.
En el primero de los órdenes
consignados, el gobierno esta a punto de perpetrar un tremendo golpe en contra
de la institución familiar mediante un proyecto de reforma del Código Civil que
se inspira en el más crudo progresismo anticristiano. De concretarse dicha
iniciativa la familia dejará de existir como tal, y se pasará a llamar familia
a cualquier cosa, a cualquier unión pasajera, producto del libertinaje y de la
degeneración.
En efecto -según se ha
adelantado-, con la nueva legislación ya no habrá más padres y madres, sino
simplemente relaciones filiatorias; los hijos podrán ser anotados con cualquier
apellido, y si no hay acuerdo al respecto se precederá a un ridículo sorteo. En
el matrimonio ya no se hablará mas de hombre y de mujer, solo de contrayentes;
y entre estos ya no existirá mas el deber de fidelidad; en consecuencia la
figura del adulterio desaparecerá, y nadie considerará malo algo que la ley
permite. Los divorcios serán “express”, las personas se podrán divorciar cuando
así lo quieran, sin tener que demostrar nada y sin mayores tramites. Cualquier
unión convivencial de parejas no casadas tendrá los mismos efectos que el
matrimonio. Todo esto entre otras “conquistas” de igual tenor.
Es por ello que, en su programa
“Claves para un mundo mejor” del día 21de abril, Mons. Aguer dijo: “lo que se esta proponiendo es una nueva
estructura de la sociedad argentina”; y no exageró para nada el señor
arzobispo, estamos ante un proyecto ingeniería social que avanza a pasos
agigantados hacia la disolución del orden natural en la organización social.
Quiera Dios que todos los pastores estén a la altura de estas circunstancias.
En el segundo frente en que
nuestra Patria es agredida, es decir en el plano político y económico, uno de
los temas que más acaparó la atención pública últimamente es el de la
estatización de YPF.
Al respecto, y antes que nada,
digamos lo siguiente: los nacionalistas siempre sostuvimos que los recursos
energéticos estratégicos deben ser de propiedad exclusiva del Estado, y que por
ende deben estar bajo su control.
Ahora bien, lo que esta por hacer
el gobierno no tiene nada que ver con lo arriba expresado. Ni el petróleo será
de los argentinos, ni YPF volverá a estar bajo el control del Estado nacional.
En efecto, si bien el gobierno
expropiará el 51 % de las acciones de Repsol (dejando a salvo las acciones del
grupo Esquenazi, del cual se sabe que esta ligado a los Kirchner), no obstante
ello, casi la mitad de esas acciones pasaran a estar en manos de las
provincias, con lo cual el Estado nacional solo tendrá el 26 % del total de las
acciones de la empresa.
Y lo que es mas grave, YPF esta
vaciada, es decir al borde de la
quiebra, tal como el gobierno mismo lo reconoce (obviando su responsabilidad en
ello) pues Repsol giró todas las ganancias al exterior y no hizo las
inversiones que debía haber hecho; por lo tanto ¿de donde saldrá el dinero para
reactivarla? obviamente de capitales extranjeros que lógicamente tomaran el control
de la empresa.
Entonces ¿de donde este interés
del gobierno por expropiar parte de YPF, siendo que los Kirchner fueron unos de
los principales promotores de su anterior privatización? Obvio que la razón es
la misma que los inspiró antes: pretenden volver a saquear los dineros públicos
y mantenerse en el poder con el favor de los centros financieros
internacionales.
Todo esto costará muy caro a los
argentinos; y así lo denuncia el licenciado Hector Giulano (24/04/12): “haciéndose cargo del paquete mayoritario de
YPF, el Estado cargará una triple deuda publica nueva: los pasivos acumulados
bajo la gestión Resol-Eskenazi (unos 9.000 millones de dólares), el futuro
financiamiento del plan de inversiones incumplido por Repsol (30.000 millones
de dólares) y las eventuales indemnizaciones a la firma española”.
Como se ve, un negocio redondo
para los grupos financieros internacionales y para los rapiñadores que están en
el gobierno. Lo más lamentable es que todo ello se hace agitando hipócritamente
la bandera de la soberanía energética.
Pues bien a los nacionalistas
estos impostores no nos engañan, ni nos amordazan; y mientras podamos seguir
denunciándolos la Patria
aun se mantendrá viva y con esperanzas.
Dios premiará este testimonio macho, con la alborada de un nuevo amanecer.
Edgardo Atilio Moreno
*Editorial Revista Milo Nº 7, julio del 2012
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